La Fuerza, antimateria y el sol negro El Sistema que domina el mundo promueve los grupos de degenerados e invertidos, favoreciendo y difundiendo el consumo de drogas, medicamentos destructores de vida, estilos de vida decadentes y viciosos


A mayor Fuerza, mayor vibración; a mayor vibración, mayor pureza.

La intensidad de la Fuerza actuante determina la pureza o el grado del elemento o de la materia.

La Fuerza es un elemento que pertenece al ultramundo, por lo cual su manifestación sobre el mundo provoca vacío (no-mundo), es decir, un episodio de “antimateria” o un Sol Negro.

La Fuerza se proyecta sobre el mundo. En su proyección se posiciona sobre un elemento material cual es el carbón, modificando su estructura material, purificándola, perfeccionándola y dando lugar a un cuerpo de diamante. En el diamante hallamos pues un elemento de alta pureza cuyo principio raíz es la elevada intensidad o pureza de la Fuerza la cual determina y estructura su materia según un canon perfecto.

La Fuerza Pura es un “elemento” que es determinante en todo este proceso.

Como tal, tiene su génesis en un campo extradimensional el cual actúa como generador o catalizador del principio vital y estructurador.

Hállase en este punto extradimensional el Origen y la causa de toda manifestación sobre el plano físico conocido como material o perteneciente a las dimensiones de espacio – tiempo.

Toda manifestación material tiene Origen en una Materia Primera, la cual se nutre o genera en un principio por la proyección sobre el plasma pre – terrestre de este elemento que nosotros identificamos como “Fuerza Pura”, es decir, no caótica, condicionada ni sometida al elemento caos.

Toda “evolución” posterior de la Materia Primera sobre el plano terrestre no es sino manifestación de su proceso de sucesivas descomposiciones y degeneraciones.

Por lo tanto nos hallamos con la Fuerza Pura, elemento extradimensional generador y estructurador de toda realidad manifestada según las leyes físicas.

Esta Fuerza Pura es una suerte de principio vital o estructurador sobre cuya base viene a sustentarse la Materia Primera.

La Materia Primera es la materia virgen aún no corrompida por los agentes del mundo. Es la mítica Edad Dorada en la que la muerte, el elemento muerte, es “desconocido”, es decir, no tiene acción, no actúa.

Por su naturaleza incorruptible, esta realidad no mortal no tiene manifestación en el plano espacio - temporal, ya que, como hemos visto, el espacio – tiempo es el desarrollo sucesivo de un proceso o una “historia interminable” de corrupción y descomposición.

La reversión de este proceso de muerte y descomposición deviene de un esfuerzo o actuación del elemento Fuerza sobre la materia bajo el signo de la esvástica sinestrógira (contraria al tiempo).

Vemos cómo la mítica “Edad Dorada Anterior” es un reino divino totalmente libre del elemento muerte – descomposición. Posteriormente, adentrándonos ya en el ciclo mortal y siguiendo con esta descripción, arribaría la Edad Dorada Terrestre, la cual es plasmación espacio – temporal de la mítica Edad Dorada inmortal o Anterior. Manifestada ya la Edad Dorada sobre la Materia corruptible, el tiempo de la descomposición habría empezado a actuar sobre ella, dando lugar a las sucesivas edades de plata, bronce y hierro. En la actualidad nos hallamos en la última de esta sucesión de edades.

La Edad de Oro Anterior sigue existiendo en el Origen si bien la Edad Dorada terrestre hace tiempo ya dejó de existir cubierta por el polvo y el lodo del tiempo.

A medida que la vibración de la Fuerza va perdiendo intensidad sobre la materia del mundo, el mundo va degenerando cada vez más dando lugar en el tiempo a una realidad cada vez más amorfa y desestructurada. El mundo “democrático” moderno así como sus respectivas manifestaciones especialmente representadas por su “arte” es un reflejo de este estado de caos y pérdida de Fuerza, vibración y esencia vital.

En definitiva, el tiempo del mundo no es sino el desarrollo sucesivo de un interminable proceso de descomposición y corrupción.

Este proceso se inició cuando la Edad Dorada fue proyectada sobre el plano terrestre, cayendo aprisionada en las redes de Maya. Entonces los agentes de la muerte y la corrupción penetraron su manifestación iniciándose el tiempo tal y como lo conocemos en la actualidad. El largo proceso de decadencia y fagocitación de esta mítica Edad Dorada por el mundo es, finalmente, lo que nosotros conocemos como tiempo y la consiguiente “historia” del mundo.

El proceso se halla ya muy avanzado tal y como nos lo muestran los signos actuales. La realidad del mundo moderno es una inversión total, una transvaloración total de la salud y de la realidad divina. El Sistema que domina el mundo promueve los grupos de degenerados e invertidos, favoreciendo y difundiendo el consumo de drogas, medicamentos destructores de vida, estilos de vida decadentes y viciosos... Como hemos explicado ya en otros capítulos esto lo hace públicamente mediante la promoción especialmente entre la juventud de grupos musicales drogadictos, actores de cine, presentadores televisivos y modelos drogadictos, enfermos, invertidos y degenerados... Mediante todos sus medios el Sistema “democrático” promueve valores del bajo astral sádicos, criminales y creadores degradación, conflicto y enfrentamiento, mientras oficialmente sus discursos hablan de “paz”, “libertad”, respeto a la infancia, respeto a la mujer... El Maligno es mentiroso.


¿Cuál es la intención de esta política mundial?. Oficialmente, el Sistema “democrático” es “bueno” y “el mejor de los sistemas posibles”. En realidad, la intención y la finalidad de su política tiene por fin extender sobre la tierra el crimen y la muerte. Acorde a su naturaleza maligna, el Señor y los agentes que dominan el mundo desde la sombra actúan destruyendo la Vida. Su intención es fagocitar, devorar la “Creación” poseída ya totalmente por los agentes de la enfermedad y la muerte.

Entradas populares