Mapa de Oronteus Finaeus (1531) El misterio de este mapa es que muestra la Antártida tal como sería bajo la capa de hielo mucho antes del momento en que se supone fue descubierta.


La Antártida debió de estar libre de hielos hasta hace unos diez mil años. A partir de entonces, una capa de hielo empezó a cubrirla desde el polo. El mapa de Oronteus Finaeus no muestra detalles de la región central, pero sí de las costas, con fiordos que no están a la vista desde que el hielo los cubrió. De este modo, quizá el mapa se basa en cartografía de hace unos seis o siete mil años.
Otra particularidad llamativa de este mapa, que salta a la vista, es que el continente Antártico resulta demasiado grande. De hecho, es cuatro veces mayor que en la realidad. Esto ocurre por a un error de escala debido a la confusión del paralelo correspondiente al círculo polar (Nota: Todos los mapas renacentistas que representan el continente Antártico adolecen del mismo error de tamaño que el de Oronteus Finaeus). Sin embargo, lo que importa son las proporciones, muy exactas si se comparan con las modernas mediciones. A pesar de ello, las costas en sí mismas no siempre son demasiado precisas. Algunas muestran un dibujo mucho más parecido a la realidad que otras, ya que se puede deducir, y como es normal en la época el mapa está hecho a base de fragmentos de otros mapas.
Al margen de lo anterior, y apoyando la primera idea de la ausencia parcial de hielos, encontramos otro detalle de sumo interés en el mapa de Oronteus Finaeus: la hoy llamada península de Palmer no está presente. Lo curioso es que esta península no es en realidad tierra firme, sino que está formada exclusivamente por hielo. De modo que, una vez más, hace diez mil años no existía. ¿Un olvido del cartógrafo? ¿Y los cortados y agrestes fiordos de las costas, pueden explicarse? Demasiadas casualidades juntas.

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