Recadero I ,el rey visigodo que fundo la nación española , el 8 de Mayo del año 589 y no la propaganda de los reyes católicos .


Recaredo I (568 – Toledo, 21 de diciembre del año 601) fue rey de los visigodos desde el 586 hasta el 601, cuando murió en Toledo.
Hijo y sucesor de Leovigildo, combatió a los francos, a los bizantinos (aún presentes en el litoral andaluz) y a los vascones, y hubo de sofocar varias revueltas de los nobles visigodos.
El hecho más destacado de su reinado se produjo en 589, cuando convocó el III Concilio de Toledo en el que, junto con varios nobles y dignatarios eclesiásticos, abjuró del arrianismo y se convirtió al catolicismo, con lo que llevó a cabo la unificación religiosa entre visigodos e hispano-romanos, a la que aspiró su padre de forma inversa y quien, al parecer y paradójicamente, le aconsejó esta vía.

El 8 de mayo del año 589 se reunió el III Concilio de Toledo. Ese día se puede considerar como el acta de nacimiento de la Nación Española. El aniversario ha pasado desapercibido, pese a ser ésta la fecha quizá más importante de nuestra historia.
El Reino visigodo de Hispania constituye el primer momento en el que Hispania constituyó una entidad política unida e independiente. Suele decirse, con notorio error, que los Reyes Católicos "fundan" la unidad de España en 1492. Pero esto no es cierto. Los Reyes Católicos, lo que consiguen en 1492 (y en 1512 con la incorporación de Navarra al nuevo Estado) es "refundar" la unidad de España que se perdió por culpa de la invasión musulmana de Hispania en el año 709.
El Reino visigodo de Hispania en el año 589 abarcaba toda la península ibérica, además del norte de África. Se heredaba así la antigua "diócesis" de Hispania que abarcaba las antiguas provincias romas de Gallaecia, Tarraconense, Carthaginense, Lusitania, Baetica y Mauritania Tingitana. Pero aquel reino aunque políticamente independiente, carecía hasta ese momento de unidad interna por razones étnicas y religiosas. La elite gobernante era de estirpe visigoda que profesaba en su inmensa mayoría la secta arriana (que, en síntesis, consistía en negar la divinidad de Jesucristo). Aquella escisión interna constituía un serio problema pues la elite visigoda arriana ejercía su poder sobre una mayoría social hispano-romana que era unánimemente católica.
La escisión interna se intentó superar por el rey hispano Leovigildointentando forzar a los católicos a hacerse arrianos. Pero aquel intento fracasó de modo trágico, hasta el extremo de que Leovigildo llegó a ejecutar a su propio hijo, Hermenegildo, que se había convertido al catolicismo.

Para superar esta escisión, el sucesor de Leovigildo en el trono de España, el rey Recaredo, convocó un Concilio en Toledo, que era entonces la capital de España en esa época. Fue éste el tercero de los Concilios que se celebraron en Toledo, de un total de 18, celebrados hasta que los musulmanes invadieron España.
Los Concilios fueron asambleas que no trataban sólo cuestiones religiosas, sino también políticas. Fueron una especie de parlamentos del Reino de España en esa época. Y es que las decisiones de los Concilios adquirieron valor de ley al ser aprobadas por el rey.
La importancia del III Concilio de Toledo es que el rey Recaredo en el mismo estableció la unidad social y religiosa del pueblo español  Recaredo promovió la conversión masiva de los visigodos al catolicismo que era la religión de los hispano-romanos. El catolicismo fue así el rasgo definitorio de la nación española hasta fechas recientes. Además, el III Concilio de Toledo dio un paso importante hacia la participación de los hispano-romanos en el ejercicio del poder.
La importancia de la fecha es grande.
Cuando en España se habla sobre nación, es imprescindible recordar que España ya era una unidad política independiente en 589. Y que ya entonces, cuando aún no existía la religión islámica, Ceuta y Melilla eran territorio español.

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