¿ A quien beneficiaría una pandemia a nivel global ? manipulación mental y millonarias ganancias- Who would benefit global pandemic? mental manipulation and millions in profits


Puede parecer una locura, propia de una mente excesivamente fantasiosa y conspiranoica.

Pero si lo razonamos y lo analizamos con detenimiento veremos que no es una idea tan descabellada: a determinadas élites de este planeta, especialmente en estos momentos, les interesaría mucho que se produjera una "gran" epidemia, o si preferimos nombrarlo de una manera menos alarmista, una "gran crisis sanitaria".

Evidentemente no nos referimos a una pandemia mortal y descontrolada de carácter apocalíptico, como la peste negra o las que nos muestran en las películas de Hollywood.

Nos referimos a un brote epidémico que reúna una serie de características, digamos que, "ventajosas" para conseguir determinados fines.

Es decir, una crisis perfectamente controlada y controlable en su evolución, pero que a la vez genere una implacable sensación de pánico entre la población, con el fin de que ésta reclame y acepte las medidas necesarias para afrontar dicha crisis.

Dicho de otra manera:
un gran problema que requiera una gran solución… una solución que solo determinados grupos en el poder puedan ofrecer.


 

Estamos convencidos de que en determinados Think Tanks ya se ha planteado esta posibilidad como algo plausible.

Al fin y al cabo, la función principal de los Think Tanks es proyectar y prever escenarios hipotéticos a modo de simulación, con el fin de determinar qué estrategias deberían implementarse si se produjeran y cómo se podría sacar el mejor provecho de ellos.

Y como iremos viendo, una epidemia a escala planetaria representaría una oportunidad única a diferentes niveles.
 


 



Una idea ya inoculada
A pesar de que pueda parecer una locura plantearse tales escenarios, lo cierto es que la idea de una gran pandemia mundial ya ha sido debidamente inoculada en el imaginario popular en los últimos años y de forma sospechosamente insistente.

Como hemos dicho en anteriores artículos, una de las maniobras de manipulación mental más habituales consiste en inocular ideas, imágenes o conceptos con el fin de que la mente de la ciudadanía se "acostumbre" a ellas y las observe como una posibilidad futura.
 


 

Parece que uno de los objetivos principales de este mecanismo es impedir que el impacto o shock asociado a tales conceptos si llegan a convertirse en realidad, derrumbe todas las creencias de la población y con ello, todas las estructuras mentales que mantienen en pie el sistema.

Por lo visto, con la inoculación y aceptación de una determinada imagen o idea, ésta se incorpora a la psique como "escenario previsible" y se condiciona con ello la respuesta futura de la gente.

Sería algo así como administrarle una vacuna a la sociedad para un mal que aún no ha hecho acto de presencia.

Quizás ésta sea la causa por la cual estamos viendo tantas obras de ficción cuyo argumento gira alrededor de una gran pandemia; hasta el punto de que estamos siendo sometidos a un auténtico bombardeo psicológico.
Pandemias de fantasía
Si nos fijamos bien, veremos que en las últimas dos décadas han proliferado las películas centradas en pandemias planetarias que asolan a la especie humana.

Pero entre ellas encontramos un subgénero que ha alcanzado altas cotas de popularidad y que nos llama especialmente la atención:
el género de zombies.
Como destacábamos en un artículo anterior titulado, COMO CONTROLAN TU FANTASÍA, el subgénero de zombies, tan en boga en estos últimos tiempos, ha sufrido un extraño giro argumental que, por lo visto, ha pasado desapercibido a la mayoría de gente.
 
En sus inicios, las películas de zombies giraban entorno a grupos de personas fallecidas que volvían a la vida con el objetivo de devorar a los vivos.

Sin embargo, en los últimos años, los zombies han dejado de ser "muertos vivientes" para convertirse directamente en "infectados por un virus que deben ser exterminados".

Y lo han hecho prácticamente en todas las películas y series del género, casi sin excepción.
 
No deja de ser curioso que todos los creadores, sean guionistas, directores o productores se hayan abonado a la misma corriente sin ofrecer alternativas o nuevos puntos de vista…

Y es que ¿cuántas películas, series de televisión e incluso videojuegos, producidas en el último cuarto de siglo nos hablan con insistencia de una gran epidemia planetaria que asola la humanidad?

¿Alguien sería capaz de contarlas?
 
¿Por qué se ha invertido tanto dinero en un tema tan específico y que ofrece tan pocas variaciones a nivel argumental de una obra a otra?

Porque lo cierto es que habría muchas formas diferentes de tratar y enfocar el mismo concepto basado en una pandemia global.



3 fantásticas películas que son una excepción a la regla
 

Sin embargo, en la gran mayoría de films, el mismo enfoque se repite sistemáticamente, en todos los aspectos y se centra casi siempre en la transmisión de la enfermedad por vía sanguínea, por contacto físico y por transmisión de fluidos.

La repetición constante de la misma idea, una y otra vez, empieza a resultar francamente inquietante.
 



Una colección de epidemias reales
Pero lo más paradójico del caso es que vivimos el momento de nuestra historia en el que disponemos de mayores recursos y conocimientos científicos y médicos y sin embargo, la presencia de epidemias se hace más patente que nunca.

Últimamente, tanto los medios oficiales como los medios alternativos de Internet nos han presentado una auténtica panoplia de amenazas epidémicas de todo tipo, perfectamente publicitadas, tales como,
  • el SARS
  • el MERS
  • el ébola
  • el virus del Nilo occidental
  • los brotes de peste bubónica en China,
...o incluso la proliferación imparable y altamente preocupante de las superbacterias (bacterias resistentes a los más poderosos antibióticos), cada vez más frecuentes en los centros de salud, especialmente en los hospitales y que ya ha sido declarada por la Organización Mundial de la 'Salud' como una amenaza potencial para la humanidad.
 


 

Así pues, estamos siendo bombardeados por el concepto "gran pandemia" por dos vías:
  • por un lado, mediante la insistente presencia del tema en el mundo de la ficción
  • por el otro, por un degoteo sutil y incesante en los medios de comunicación, que se relaciona con nuestros miedos más profundos y arraigados como seres humanos y como especie
La pregunta que debemos hacernos es:
¿aún hay alguien que no crea posible el estallido de un brote epidémico que asole parte de la especie humana?
Quien sabe, incluso puede haber gente a la cual tal posibilidad le produzca una suerte de atractivo morboso…
 

UNA EPIDEMIA LLENA DE...
"BENEFICIOS Y VENTAJAS"
 


Pero como decíamos al principio del artículo, la aparición de una pandemia planetaria, bajo determinadas condiciones, ofrecería una gran serie de ventajas y beneficios a determinadas élites y grupos de poder…
 


Sumisión completa a las autoridades

Para empezar, el pánico asociado a la expansión de una epidemia llevaría a la población a acatar, e incluso exigir, un mayor orden y control por parte de las autoridades.

Así pues, gracias a la aparición de un brote epidémico, los mecanismos del poder se verían reforzados hasta límites que en cualquier otra circunstancia resultarían inaceptables para la mayoría de la ciudadanía.
 


 

Este es un mecanismo que ya se ha utilizado en los casos de amenaza terrorista, consiguiendo que la población ceda sumisamente libertades a cambio de seguridad.

Se trata de una maniobra habitualmente utilizada por los más variopintos regímenes y cuyo mayor exponente encontramos en la actualidad en los EE.UU., país que tras los atentados del 11-s se ha convertido, prácticamente, en un Estado Policial donde la población se ve sometida a una vigilancia masiva.
 
Las ventajas en el caso de la epidemia, serían aún mucho mayores que en el caso del terrorismo, pues ya no estaríamos ante un enemigo identificable y dotado de un discurso ideológico, hecho que lo convierte en algo opinable y que por lo tanto puede conducir a tomar partido por uno u otro bando.


En el caso de una epidemia, el enemigo es algo difuso e intangible que nos afecta a todos por igual:
la enfermedad, una imagen poderosa que enraíza con nuestros miedos más ancestrales y que es capaz de doblegar hasta la razón más firme.
Así pues, la necesidad de controlar una epidemia podría llevarnos a un estado dictatorial que incluso los más fervientes defensores de las libertades individuales aceptarían sin apenas rechistar, porque simplemente, los derechos sociales dejarían de ser el foco central de sus preocupaciones.
 
 Aborto de una posible Revolución

El momento de crisis sistémica actual ha conducido a muchos países del mundo al borde de la rebelión civil.

En los últimos meses se han sucedido en varios países las manifestaciones y las protestas, en muchos casos masivas.
 
El número de gente que deja de creer en el sistema va en aumento y cada vez es mayor el número de personas que claman por un cambio radical, no solo de los esquemas sociales, económicos o políticos, sino incluso de todos nuestros preceptos como especie a nivel mental.

Cada vez hay más personas que dejan de creer en los mecanismos de autoridad jerarquizada y abogan por un mundo más horizontal y colaborativo entre iguales.
 
Pero una epidemia masiva terminaría de un plumazo con todos estos movimientos tan peligrosos para el status quo actual.

Para empezar, porque el derecho a la manifestación podría verse radicalmente restringido bajo el subterfugio de la seguridad sanitaria y el peligro que conllevarían las concentraciones masivas de personas.

De esta manera, se conseguiría que los movimientos de protesta tendieran a su disolución, produciéndose una desmovilización social masiva.
 
Atomización de la sociedad

Pero lo peor es que la visualización del concepto "agrupación de personas" como algo peligroso conduciría a la sociedad hacia una atomización y hacia una pérdida del contacto humano entre sus componentes.

Dicho en otras palabras, se produciría un efecto de disgregación social a gran escala.

Nuestro vecino dejaría de ser un compañero o un aliado para convertirse en un sospechoso y en un potencial foco de infección y muerte.

Así, la desconfianza y el recelo se extenderían a nivel horizontal, hacia aquellos que comparten nuestro mismo entorno, mientras por contra, la confianza aumentaría a nivel vertical, hacia las autoridades y aquellos que garantizaran nuestra seguridad, hasta convertirse en total sumisión y servilismo a ellos.
 
En este aspecto, la maniobra sería una jugada magistral.

Porque no solo reforzaría los mecanismos del poder sino que dinamitaría por completo la posibilidad de crear agrupaciones basadas en la confianza mutua y la solidaridad entre iguales, estructuras todas ellas potencialmente peligrosas para las estructuras de poder jerarquizadas actuales.

Y aunque la epidemia al final consiguiera ser controlada o erradicada, esos sentimientos de desconfianza hacia las demás personas de nuestro entorno y la necesidad de una sumisión voluntaria a la autoridad, quedarían marcadas con fuego en la mente de todos los ciudadanos a través del intenso miedo que habrían sentido durante el proceso, sentando así las bases psicológicas para un modelo de sociedad futura totalitaria y represiva.
 
 Eliminación de disidentes

En un caso extremo, además, la epidemia permitiría realizar una purga discreta, sutil y silenciosa de todas aquellas personas que pudieran resultar molestas a determinados gobiernos o intereses.

Algo que quizás en el momento actual podría levantar sospechas, pero que en el escenario de una epidemia recibiría una fácil justificación dadas las circunstancias.
 


 
 Establecimiento del "gran hermano" tecnológico

El necesario control de la epidemia exigiría un monitoreo constante de todas y cada una de las personas del planeta, convertidas ahora en focos potenciales de la enfermedad.

Eso conllevaría un esfuerzo (progresivo, desigual y no homogéneo) en todos los países con el fin de imponer un control exhaustivo sobre sus ciudadanos.

Se sentarían así las bases del gran hermano tecnológico, sin que nadie pudiera levantar la más mínima protesta, pues todo se justificaría en alas de la supervivencia de la especie.
 


 

Todos los datos médicos de cada habitante deberían ser recogidos, almacenados y centralizados con el fin de realizar un monitoreo constante de los diferentes focos epidémicos potenciales en tiempo real.

Con el fin de llevar un seguimiento eficaz de cada persona, estas deberían ir equipadas con algún tipo de dispositivo fácilmente legible o escaneable, que ofreciera inmediatamente los datos identificativos de cada ciudadano a las autoridades, así como datos de carácter médico y biométrico de interés.

Éstos datos podrían estar almacenados en los propios teléfonos móviles o en dispositivos incorporados al cuerpo, tales como microchips o parches.
 


 

Se multiplicarían los controles rutinarios en calles y medios de transporte, tales como aeropuertos y estaciones de tren, metro y autobús.
 


 

Toda persona sería susceptible de ser detenida, analizada e inspeccionada por las autoridades, así como verse obligada a revelar sus actividades detalladamente, con el supuesto fin de prevenir su posible contacto con focos de infección.
 
 Vigilancia masiva ciudadana

Por si todo esto fuera poco, la propia ciudadanía se convertiría en un órgano de vigilancia y represión de sus semejantes.

La paranoia y el pánico asociados a la enfermedad, conducirían a una vigilancia estricta de todas las personas que nos rodearan.
 


 

Para cualquier tipo de actividad, los propios ciudadanos se exigirían entre sí las certificaciones médicas o los últimos análisis que garantizaran el perfecto estado de salud de unos y otros.

Esto multiplicaría el volumen de negocio de algunas industrias farmacéuticas o del campo sanitario y derivaría en un estado de vigilancia masiva y mutua realizada por todos y cada uno de nosotros.

Se promovería la denuncia ante las autoridades de aquellos que presentaran cualquier atisbo de síntoma y de aquellos que se negaran o se mostraran reticentes a pasar controles o a ser monitoreados y vigilados.

Toda persona que tuviera la osadía de presentarse como defensora de las libertades individuales o que se atreviera a dudar de las medidas draconianas aplicadas por la autoridad, sería considerada por los demás ciudadanos o incluso por sus propios familiares y amigos, como un irresponsable y un peligro público potencial, provocando su rápido aislamiento social y su silenciamiento como elemento discordante.
 

 Eliminación definitiva del dinero físico

Se daría también el espaldarazo final a la deseada eliminación del dinero en efectivo y al establecimiento del pago electrónico a todos los niveles, con la excusa de evitar el riesgo de contagio asociado al intercambio de dinero físico.

Además, tal necesidad urgente e ineludible, llevaría a un rápido y acelerado proceso de sustitución de un tipo de dinero por el otro, que a su vez, representaría un enorme negocio para las grandes multinacionales tecnológicas encargadas de implementar tales dispositivos, cobrando los costes a los propios ciudadanos vía impuestos, pues debería ser el Estado el que sufragara tales gastos.
 


 

El establecimiento del dinero electrónico representaría el control absoluto de cada habitante del planeta, pues directamente, las autoridades dispondrían de toda su información fiscal en vivo y en directo y tendrían la capacidad de bloquear sus cuentas a conveniencia.
 
 Eliminación de los medios alternativos

El pánico generado por la epidemia, llevaría a la ciudadanía a reclamar informaciones inmediatas, fiables y prácticas por parte de las autoridades.

Y evidentemente, las autoridades encargarían la difusión de esas supuestas informaciones "veraces" a los grandes medios de comunicación, sus voceros habituales.
 


 

Los medios alternativos o contraculturales no tendrían acceso a ellas y por contra recibirían todo tipo de filtraciones falsas con las que generar bulos y una creciente sensación de desconfianza y decepción entre la población, justo cuando más necesitaría tener acceso a la verdad que se le oculta.

Poco importaría que los medios alternativos denunciaran manipulaciones y teorías conspirativas respecto a la aparición y proliferación de la epidemia.

A la gente lo único que le importaría sería obtener información con la que sentirse segura y poder proteger a sus seres queridos y ésta provendría siempre de los mass media.

Así pues, el miedo y la sumisión a la autoridad que conllevaría la aparición de la epidemia, tendría como efecto colateral la sumisión a la "verdad" oficial ofrecida por los grandes medios de comunicación, que recuperarían el papel preponderante que en la actualidad están viendo discutido por las redes sociales y los medios alternativos de Internet.
 
El gobierno de los tecnócratas

La situación de emergencia requeriría no solo una autoridad fuerte, sino un gobierno eficiente.

La actual crisis de confianza de la población hacia la corrupta clase política, que se ha mostrado además manifiestamente incapacitada e ineficiente a la hora de gestionar de forma correcta los bienes públicos, hallaría en la epidemia el punto de inflexión definitivo.

La población reclamaría que fueran los técnicos, los científicos y los expertos y no los políticos corruptos, los que llevaran la voz cantante durante la crisis y ello representaría una oportunidad de oro para implantar regímenes tecnocráticos, algo a lo que nos encaminamos en el futuro.
 
Los comités de expertos, científicos y técnicos serían los encargados de determinar las políticas a llevar a cabo y los poderes ejecutivos representados por los líderes políticos pasarían a un segundo término.

Aparecería pues una nueva clase social dominante:
los tecnócratas y un nuevo modelo de dictadura o tiranía en la que los órganos represivos cambiarían de aspecto.
Las porras, las leyes y las cadenas de antaño serían sustituidas por "protocolos de actuación" y por "directivas técnicas de obligado cumplimiento", aplicadas con frialdad y eficiencia por obedientes burócratas disfrazados de científicos.

Entraríamos definitivamente en un nuevo régimen, en el que las personas serían consideradas solo simples datos computables y sacrificables en pos del perfecto equilibrio de las ecuaciones y de las inertes leyes del calculo estadístico.
 


 
Los tecnócratas se convertirían en una suerte de nuevos sacerdotes de bata blanca que sustituirían los viejos sacrificios humanos por los nuevos sacrificios de masas en pos de un bien común perfectamente calculado y parametrizado según la nueva doctrina "divina" de la ciencia.

Serían los comités de expertos los que fríamente determinarían quién vive y quién muere, de la misma forma que los jurados de los concursos de cocina o de canto de la televisión deciden quién vale y quién no vale.
 
Al fin y al cabo, éste es el concepto principal que debían inocularnos a todos a través de esos asquerosos "talent shows"…

 El imperio de las transnacionales

La crisis sanitaria conllevaría, además, una quiebra prácticamente inevitable de los sistemas sanitarios de los diferentes países, ya muy deteriorados tras la última crisis económica y sometidos al endeudamiento masivo de los gobiernos.

Ante la imposibilidad de lidiar con la epidemia de manera efectiva por motivos económicos, los servicios sanitarios públicos serían definitivamente privatizados y su gestión acabaría recayendo principalmente en las grandes empresas transnacionales, a través de sus divisiones de la industria médica y farmacéutica.
 
Por lo tanto y de forma clara y explícita, la salud de todas las personas del planeta sería prácticamente propiedad exclusiva de las grandes transnacionales, sin intermediarios molestos, ni trabas legales de ningún tipo que limitaran sus actividades.

Serían esas transnacionales las que suministrarían los comités de expertos y serían las que ejercerían el poder de facto sobre cada aspecto de nuestras vidas, convirtiendo a los gobiernos electos y a los estados en sus títeres, algo que se insinúa en la actualidad, pero que llegado el caso dejaría de ser una insinuación para convertirse en ley.

Dicho de otra manera:
las grandes compañías transnacionales se convertirían en los nuevos dioses a los que tendríamos que rendir culto…
 

Cambio de modelo económico

Cada vez más datos revelan que la situación actual del sistema económico y financiero internacional, está próxima al colapso.

Las burbujas de deuda de los gobiernos, los grandes bancos y las empresas están cada vez más próximas a estallar, con el riesgo de crack económico que ello representa.

La aparición de una pandemia representaría una oportunidad única para realizar una transición controlada del sistema económico actual hacia un nuevo paradigma.

Algunos países podrían justificar su situación financiera culpando de ella a la epidemia y cualquier medida de ajuste que pudiera aplicarse, por dura que fuera, estaría plenamente justificada por la situación de emergencia mundial.

Podría producirse así un derribo controlado del sistema actual y una renegociación pactada de las condiciones del nuevo sistema, en la que aquellos que dispusieran de los mejores recursos para afrontar la crisis sanitaria, llevarían la voz cantante y dispondrían de las mejores cartas.
 

Guerra biológica encubierta

La aparición de una epidemia, permitiría además, atacar y arrodillar a cualquier régimen o país que se mostrara díscolo o desobedeciera las directrices impuestas por las élites, mediante la "aparición súbita" de brotes epidémicos virulentos y aparentemente incontrolables en su territorio.

Esto brindaría la posibilidad a determinados poderes fácticos de apoderarse definitivamente de los recursos naturales de países en vías de desarrollo, sin encontrar ningún tipo de oposición ni verse obligados a establecer negociaciones de ningún tipo.
 


 

Incluso permitiría realizar tareas de limpieza étnica o desplazar y reubicar grandes masas de población, según el caso.

Sería pues, una nueva forma de invadir países y territorios, bajo el paraguas argumental de una gran crisis sanitaria…
 
 Control de la inmigración ilegal

Siguiendo en este contexto, la aparición de una epidemia representaría la excusa perfecta para aplicar medidas de control de la inmigración que ahora nos parecerían inhumanas en diferentes partes del mundo.
 
 Esas medidas recibirían la aceptación silenciosa de gran parte de la población occidental, obsesionada por evitar que personas presuntamente contagiadas o portadoras de la enfermedad ingresaran en su territorio.

Y sobretodo… UN ENORME NEGOCIO




Una epidemia global que provocara suficiente nivel de pánico podría representar un negocio de magnitudes prácticamente inimaginables, especialmente para las empresas farmacéuticas o del mundo sanitario que dispusieran de los productos adecuados para afrontar la gran crisis.

Pongamos un ejemplo concreto.

Hace pocos días publicamos un artículo titulado: THERANOS: LA MISTERIOSA EMPRESA SANITARIA… en el que mostrábamos las actividades de una compañía que, en caso de producirse una epidemia, vería multiplicado exponencialmente su volumen de negocio.
 


 

La actividad principal de "Theranos inc." está centrada en el mundo de los tests de laboratorio, tales como análisis de sangre y detección de enfermedades.

Theranos ha desarrollado un método rápido, eficiente y barato de análisis, que en el caso de una epidemia mundial, la convertiría en una empresa indispensable a la hora de afrontar la gestión de la crisis y por lo tanto en uno de los negocios más fructíferos de las últimas décadas.
 


 

No ofrecemos el ejemplo de Theranos por capricho.

No deja de ser llamativo que en el consejo de administración de dicha compañía encontremos, principalmente, no a científicos, empresarios o médicos, sino a ex-generales del ejército de EE.UU., ex-secretarios de Estado y de Defensa del gobierno norteamericano y a reconocidos elitistas como Henry Kissinger.
 


 

Todos ellos, durante la última década, han invertido su dinero y su tiempo en una empresa que se dedica a… hacer análisis de sangre y detección de enfermedades.

Alguna gente malpensada podría llegar a considerarlo sospechoso…

Theranos, pero, es solo un ejemplo concreto de la inmensa oportunidad de negocio que una gran epidemia podría representar para determinadas élites económicas.

Porque seamos sinceros… ¿cuántas grandes compañías farmacéuticas podrían sacar una gran tajada de ello?
 


 
 Características "ideales" de la epidemia

Llegados aquí y puestos a imaginar escenarios hipotéticos, elucubremos qué características debería tener ese brote epidémico para convertirse en un negocio fructífero y en una maniobra realmente beneficiosa para unos cuantos.

Las características principales de esa pandemia, deberían ser.
  1. Ser fácilmente controlable
     
  2. Generar un elevado nivel de pánico entre la población
Para que se cumplan estos dos requisitos, aparentemente contradictorios entre sí, la enfermedad que generara la epidemia debería ser difícil de transmitir, pero a la vez resultar extremadamente dañina y fácilmente visualizable como concepto generador de terror entre la población.
 


 

Una enfermedad difícil de transmitir es, por ejemplo, aquella que no se transmite por vía aérea, sino que se transmite por contacto directo con los fluidos contaminados de la persona infectada (curiosamente el tipo de enfermedad con el que tanto nos han bombardeado en las películas de pandemias y zombies)
 
Sin embargo, la enfermedad debe resultar también extremadamente virulenta para provocar el deseado efecto de pánico masivo que conduzca a la sumisión.

Si nos fijamos en las películas de las que hemos hablado en este artículo, en la mayoría de ellas, la sangre hace acto de presencia como icono visual de la infección y como gancho que enlaza con nuestros miedos más profundamente arraigados.

Así pues, ¿hay alguna enfermedad que encaje con todos estos requisitos?

Que cada uno saque sus propias conclusiones…
 
Cómo podrían "gestionar" la epidemia

En el caso de crear una epidemia con la que conseguir todos los objetivos anteriormente mencionados, lo ideal sería mantenerla controlada desde un principio y generar una sensación de pánico artificial y un cierto desconcierto a través de los medios de comunicación, que actuarían como altavoces.

Por lo tanto, no estaríamos hablando de una gran cantidad de víctimas, sino de un número limitado, pero que generara un elevadísimo nivel de temor entre el público.
 


 

Para conseguir tales efectos, sería necesaria la aparición de diversos focos de forma sucesiva y en diferentes puntos del planeta, todos ellos perfectamente acotados y controlados en realidad, hecho que permitiría ir gestionando la evolución de la epidemia como si se tratara de una narración dramatizada por capítulos.
 


 

A su vez, la aparición de posibles mutaciones imprevistas del virus, actuarían como giros argumentales con los cuales incrementar paulatinamente y regular a conveniencia la sensación de temor de la población.
 



Gestionando adecuadamente ambos recursos narrativos (aparición de focos y mutaciones del agente patógeno), la crisis sanitaria podría alargarse durante meses o años, hasta alcanzar los objetivos que sus impulsores se hubieran propuesto en un inicio.
 


 

Cabe destacar que desde sus primeros pasos, la enfermedad central debería disponer de una vacuna, cuya existencia sería ocultada inicialmente al resto de la población.

¿Por qué razón? Por puro negocio.

A más personas infectadas, mayor necesidad de adquirir la vacuna y por lo tanto, mayor valor o precio tendría ésta debido a la demanda.

Por otro lado, la gestión de la enfermedad en sus estadios iniciales e intermedios podría ir derivando desde una falta de tratamiento eficaz, hacia un tratamiento paliativo o mitigador parcial, hasta culminar finalmente en la aportación de la vacuna en el momento adecuado.
 


 

Con ello, los perpetradores de la maniobra se garantizarían un mayor volumen de negocio que el obtenido ofreciendo la vacuna directamente a las primeras de cambio, pues ganarían dinero con la aplicación de los tratamientos paliativos durante un largo periodo de tiempo, cronificando la enfermedad, hasta que en última instancia realizarían el montante principal del negocio con la venta de la vacuna.

Se trataría pues, de un proceso similar al que vemos con la obsolescencia programada de los productos tecnológicos.

Dicho de otra manera:
alargando la enfermedad, alargarían el negocio.
Una maniobra desalmada… pero previsible.

It may sound crazy, typical of an overly imaginative and conspiranoica mind.

But if we reason and we think carefully we will see that is not such a crazy idea: a certain elite of this planet, especially in these times, I was very interested in a "big" epidemic occurs, or if we prefer to name it in a less alarmist, a "major health crisis".

Obviously we are not referring to a deadly, uncontrolled apocalyptic pandemic, like the Black Death or show us in Hollywood movies.

We refer to an outbreak that meets a number of features, let's say, "advantageous" for certain purposes.

That is, a perfectly controlled and controllable in its evolving crisis, but at the same time generate a relentless sense of panic among the population, in order to claim and accept it necessary to address this crisis.

In other words:
a big problem that requires a great solution ... a solution that only certain groups in power can offer.




We are convinced that in certain think tanks already raised this possibility as something plausible.

At the end of the day, the main function of think tanks is to project and provide scenarios for simulation mode, in order to determine which strategies should be implemented if they were produced and how they could make the most of them.

And as we will see, an epidemic on a global scale would represent a unique opportunity at different levels.







An already inoculated thought

Although it may seem crazy to consider such scenarios, the truth is that the idea of ​​a global pandemic has been properly inoculated in the popular imagination in recent years and so suspiciously insistent.

As mentioned in previous articles, one of the most common maneuvers mental manipulation is to inoculate ideas, images and concepts so that the mind of the public is "accustomed" to them and observe as a future possibility.





It seems that one of the main aims of this mechanism is to prevent the impact or shock associated with such concepts if they become reality, collapsing all the beliefs of the people and thus all mental structures that hold up the system.

Apparently, with inoculation and acceptance of a particular image or idea, it is incorporated into the psyche "foreseeable scenario" and thus determines the future response of the people.

It would be like a vaccine to administer society for a problem that has not yet made an appearance.

Perhaps this is the reason why we are seeing so many works of fiction whose plot revolves around a pandemic; to the point that we are undergoing a real psychological bombardment.

Pandemics fantasy

If we look closely, we see that in the last two decades have proliferated focused films planetary pandemics plaguing mankind.

But among them are a subgenre that has reached high levels of popularity and especially our attention:
the genre of zombies.
As we pointed out in a previous article titled, How do you control your fantasy, the subgenre of zombies, so fashionable in recent times, has suffered a strange plot twist that, apparently, has gone unnoticed by most people.

In its early zombie movies they revolved around groups of dead people coming back to life in order to devour the living.

However, in recent years, the zombies are no longer "living dead" to become directly "infected by a virus that must be exterminated."

And they have done virtually every genre movies and almost without exception.

It is somewhat curious that all creators are writers, directors or producers have been paid to the same stream without offering alternatives or new points of view ...

And it is that how many movies, television shows and even video games produced in the last quarter century we speak insistently of a global epidemic plaguing mankind?

Anyone would be able to count them?

Why has invested so much money in such a specific issue and offering as little variation plot level from one work to another?

The truth is that there would be many different ways to treat and focus a global pandemic based on the same concept.



3 great films that are an exception to the rule


However, in the vast majority of films, the same approach is systematically repeated in all respects and is almost always focuses on transmission of disease by blood, by physical contact and transmission fluids.

The constant repetition of the same idea over and over again, begins to be downright disturbing.




A collection of real epidemics

But the paradox is that we live a moment in our history where we have greater resources and scientific and medical knowledge and yet the presence of epidemics is more evident than ever.

Lately, both the official media as alternative Internet media have presented a real panoply of epidemic threats of all kinds, well publicized, such as,
SARS
MERS
Influenza A
Ebola
West Nile virus
outbreaks of bubonic plague in China,
... Or even more frequent in health centers, especially in hospitals unstoppable and highly disturbing proliferation of superbugs (resistant to the most powerful antibiotics bacteria), and has already been declared by the World Health Organization 'Health' as ​​a potential threat to humanity.





So, we are being bombarded by the concept "big pandemic" in two ways:
on the one hand, by persistent presence of the subject in the world of fiction
on the other, by a subtle and incessant degoteo in the media, that relates to our deepest-rooted fears as human beings and as a species
The question we must ask is:
Is there still someone who does not make possible the outbreak of an epidemic that asole part of the human species?
Who knows, there may even be people that such a possibility will produce a sort of morbid attraction ...


FULL OF AN EPIDEMIC ...
"ADVANTAGES"



But as we said at the beginning of the article, the emergence of a global pandemic, under certain conditions, it offers a number of advantages and benefits to certain elites and power groups ...



Complete submission to authority

For starters, the panic associated with the expansion of an epidemic would lead people to abide by, and even demand, a higher order and control by the authorities.

So, thanks to the emergence of an epidemic, the mechanisms of power would be strengthened to levels that in other circumstances would be unacceptable for most citizens.





This is a mechanism that has already been used in cases of terrorist threat, making the population yield submissively freedoms in exchange for security.

This is a ploy commonly used by the most diverse regimes and whose greatest exponent are today in the US, a country that after the 11-s has become virtually a police state where people are subjected to massive surveillance.

The advantages in the case of the epidemic, would be even much higher than in the case of terrorism, for it would not be against an identifiable and has an ideological discourse enemy, a fact that becomes debatable and therefore can lead to siding with either side.


In the case of an epidemic, the enemy is something vague and intangible that affects us all alike:
disease, a powerful image rooted in our most ancient fears and is able to break up the strongest reason.
Thus, the need to control an epidemic could lead to a dictatorial state that even the most fervent defenders of individual freedoms just accept without a murmur, because simply, social rights would no longer be the central focus of their concerns.

 Abortion of a possible revolution

The timing of current systemic crisis has led many countries of the world to the brink of civil rebellion.

In recent months there have been demonstrations in several countries and protests in many mass cases.

The number of people who no longer believe in the system is increasing and a growing number of people who call for a radical change is greater, not only of social, economic or political schemes, but also for all of our precepts as species mental level.

More and more people stop believing in the mechanisms of hierarchical authority and advocate a more horizontal and collaborative peer world.

But a massive epidemic finish one stroke with these movements so dangerous to the status quo.

For one thing, the right to demonstrate could be radically restricted under the subterfuge of health security and the danger that would involve massive concentrations of people.

In this way, it would ensure that the protest movements tended to dissolve, resulting in a massive social demobilization.

Atomization of society

But the worst is that the display of the concept "body of persons" as dangerous to society would lead to a fragmentation and to a loss of human contact between its components.

In other words, an effect of a large scale social disruption occur.

Our neighbor would not be a partner or ally to become a suspect and a potential source of infection and death.

So, distrust and suspicion would spread to horizontal level, to those who share our same environment, while on the other hand, confidence would increase the vertical level, to the authorities and those who guarantee our security, to become total submission and servility they.

In this regard, the move would be a brilliant move.

Because not only strengthen the mechanisms of power it would blow out the possibility of creating potentially dangerous to the current hierarchical power structures based on mutual trust and solidarity groups between equals, all structures.

And although the epidemic at the end got to be controlled or eradicated, those feelings of distrust of other people in our environment and the need for a voluntary submission to authority, you would be marked with fire in the minds of all citizens through the intense fear they would have felt during the process, thus laying the groundwork for a psychological model and repressive totalitarian future society.

 Elimination of dissidents

In an extreme case, moreover, the epidemic would allow for a discreet, subtle and silent purge of all those who may be annoying to some governments or interests.

Something that may at present could raise suspicions, but on the stage of an epidemic would receive an easy justification under the circumstances.




 Establishment of "Big Brother" technology

The necessary control of the epidemic would require constant monitoring of every single person on the planet, now converted into potential sources of the disease.

That would lead to a (progressive, uneven and inconsistent) effort in all countries in order to impose a comprehensive control over its citizens.

Great technological bases brother, no one could raise the slightest protest and sit, because everything would be justified on the wings of the survival of the species.





All medical data of every person should be collected, stored and centralized in order to perform a constant monitoring of the various potential epidemic outbreaks in real time.

In order to monitor effectively each person, they should be equipped with some sort of easily readable or scannable device, which immediately offered the identifying data of each citizen to the authorities as well as medical data and biometric trait of interest.

These data could be stored in the phones themselves or incorporated into the body, such as microchips or patches devices.





Routine checks on roads and transportation, such as airports and train stations, subway and bus would multiply.





Everyone would be liable to be detained, tested and inspected by the authorities, and be required to disclose their activities in detail, ostensibly to prevent possible contact with sources of infection.

 Massive public surveillance

As if this were not enough, the citizens themselves would become an organ of surveillance and repression of others.

Paranoia and panic associated with the disease, would lead to a strict monitoring of all the people who surround us.





For any type of activity, citizens themselves together require medical certificates or the last analysis to guarantee the perfect state of health of each other.

This would multiply the turnover of some pharmaceutical industries or the health field and would lead to a state of mass and mutual surveillance conducted by each and every one of us.

The complaint would be promoted to the authorities of those present any glimpse of symptoms and those who refused or reluctant to pass controls or be monitored and supervised.

Anyone who had the audacity to present himself as a defender of individual freedoms or who dared to doubt the draconian measures taken by the authority, would be considered by other citizens or even by their own families and friends, as an irresponsible and dangerous potential audience, causing rapid social isolation and silencing as discordant element.



 Final elimination of physical money

The ultimate accolade to the desired elimination of cash and the establishment of electronic payment at all levels, with the excuse to avoid the risk of infection associated with the physical exchange of money would also be given.

Furthermore, such urgent and inescapable need to take rapid and accelerating process of replacement of one type of money on the other, which in turn, represent a huge business for technological majors in charge of implementing such devices, charging the costs to citizens themselves through taxes, as should be the state that defray such expenses.





The establishment of electronic money would represent the absolute control of every person on the planet, as directly, the authorities would have all your tax information to live and live and have the ability to block their accounts convenience.

 Elimination of alternative media

The panic generated by the epidemic would lead the public to demand immediate, reliable and practical information by the authorities.

And obviously, the authorities take care dissemination of these alleged reports "true" to the mass media, their usual spokesmen.





Or countercultural alternative media have no access to them and to receive all kinds of false leaks with which generate blood cells and a growing sense of distrust and disillusionment among the population, just as most need to have access to the truth that is hidden.

Little matter that alternative media manipulations and denounced conspiracy theories about the emergence and spread of the epidemic.

People all he would care information with which to feel safe and to protect their loved ones and it always come from the media.

So fear and submission to authority would entail the emergence of the epidemic, have the side effect of submission to the official "truth" offered by the mass media, which recovered the major role that currently are seeing discussed by social networks and alternative means of Internet.

The government of technocrats

The emergency situation would require not only a strong authority, but an efficient governance.

The current crisis of confidence of the population towards the corrupt political class, which has also shown clearly incompetent and inefficient when it comes to properly manage public goods, would find in the epidemic definitive turning point.

The population would claim that they were the technicians, scientists and experts and not corrupt politicians, who take the lead during the crisis and would represent a golden opportunity to implement technocratic regimes, something that we are heading in the future.

Expert committees, scientists and technicians would be responsible for determining the policies to be carried out and the executive powers represented by political leaders would to a second term.

Appear as a new ruling class:
technocrats and a new model of dictatorship and tyranny in which the repressive organs change in appearance.
Batons, laws and the chains of the past would be replaced by "protocols" and "mandatory technical directives" coldly and efficiently applied by obedient bureaucrats masquerading as scientists.

Definitely we would enter a new regime in which people would be considered only simple computable data and expendable in pursuit of the perfect balance equations and the inert laws of statistical calculation.




The technocrats would become a kind of new priests in white coats to replace the old human sacrifices by new mass sacrifices in pursuit of a common good perfectly calculated and configured according to the new "divine" doctrine of science.

Be expert committees which coldly determine who lives and who dies, just as jurors cooking contests or television singing decide who goes and who does it.

At the end of the day, this is the main concept that should inoculate everyone through those filthy "talent shows" ...

 The empire of transnational

The health crisis also almost inevitably lead to a collapse of the health systems of different countries, and badly damaged after the last economic and subjected to massive government debt crisis.

Unable to deal with the epidemic effectively for economic, public health services would definitely be privatized and their management eventually fell mainly in the big transnational corporations, through its divisions of medical and pharmaceutical industry.

Therefore and clearly and explicitly, the health of all people on the planet would be virtually exclusive property of large corporations, without annoying middlemen, no legal obstacles whatsoever to limit their activities.

Be those which would provide transnational committee of experts which would exert de facto power over every aspect of our lives, making the elected governments and their puppet states, something that is hinted at present, but come case would not be a hint to become law.

In other words:
large transnational companies would become the new gods they have to worship ...


Changing economic model

More and more data show that the current state of international economic and financial system is close to collapse.

Bubbles government debt, large banks and companies are increasingly coming to burst, with the risk of economic crash it represents.

The emergence of a pandemic would represent a unique opportunity for a controlled transition from the current economic system towards a new paradigm.

Some countries may justify blaming her financial situation to the epidemic and measure any adjustments that might be applied, harsh as it was, it would be fully justified by the global emergency.

It could well occur a controlled demolition of the current system and a renegotiation of the agreed conditions of the new system, in which those who were equipped with the best resources to address the health crisis, would take the lead and dispondrían of the best cards.


Covert biological warfare

The emergence of an epidemic, also allow, attack and kneel to any regime or country to show wayward or disobey the guidelines imposed by the elites, by the "sudden appearance" of virulent and apparently uncontrollable outbreaks in their territory.

This would provide the possibility for certain powers to permanently seize the natural resources of developing countries, without encountering any opposition or be forced to establish negotiations of any kind.





Even would carry out ethnic cleansing or move and relocate large populations, as appropriate.

It would therefore, a new way to invade countries and territories, under the umbrella of a large plot health crisis ...

 Control illegal immigration

Following in this context, an epidemic would represent the perfect excuse to apply measures to control immigration that now seem inhuman in different parts of the world.

 Such measures would receive the silent acceptance of much of the Western population, obsessed prevent or presumably infected people carry the disease from entering their territory.

And above all ... a huge business





A global epidemic that would cause enough panic level may represent a virtually unimaginable magnitudes business, especially for pharmaceutical or health world were equipped with the right products to meet the great crisis companies.

Take a concrete example.

A few days ago we published an article entitled: Theranos: THE MYSTERY COMPANY HEALTH ... in which we showed the activities of a company that, in the event of an epidemic occur, would be exponentially multiplied its turnover.





The main activity of "Theranos inc." It is focused on the world of laboratory tests, such as blood tests and disease detection.

Theranos has developed a fast, efficient and inexpensive method of analysis, which in the case of a global epidemic, become an indispensable company in tackling the crisis management and thus one of the most successful business recent decades.





No Theranos offer the example of a whim.

No less striking than in the board of directors of that company find, especially not scientists, businessmen and doctors, but former US army generals, former secretaries of state and defense of the US government already recognized as elitists Henry Kissinger.





All of them, during the last decade have invested their money and their time in a company that is dedicated to ... blood tests and disease detection.

Malpensada some people could get to consider it suspicious ...

Theranos, but is only a specific example of the immense business opportunity that a major epidemic could account for certain economic elites.

Because let's face it ... how many big pharmaceutical companies could take a big slice of it?




 Features "ideal" of the epidemic

Arrived here and brought to imagine scenarios, elucubremos what features should have this outbreak to become a successful business and a few really good for maneuver.

The main features of the pandemic, should be.
Be easily controlled

Generate a high level of panic among the population
For these two requirements are met, seemingly contradictory, the disease that generate the epidemic should be difficult to transmit, but also be extremely harmful and easily viewable as a concept generating terror among the population.





A difficult disease to transmit, for example, one that is not spread by air, but is transmitted by direct contact with contaminated fluids of an infected person (curiously the type of disease with which they bombarded us both in movies pandemics and zombies)

However, the disease must also be extremely virulent to cause the desired effect of mass panic leading to the submission.

If you look at the films that we have discussed in this article, most of them, the blood makes an appearance as a visual icon of infection and as a hook that connects with our most deep-seated fears.

So, is there any disease that fits these requirements?

Let everyone draw their own conclusions ...

How could "manage" the epidemic

In the case of creating an epidemic that get all the above objectives, ideally keep it under control from the outset and generate a sense of artificial panic and some confusion by the media, who act as speakers.

Therefore, we would not be talking about a lot of casualties, but a limited number, but will generate a high level of fear among the public.





To achieve this end, the emergence of various foci in succession and in different parts of the world would be necessary, all perfectly dimensioned and controlled in fact done that would be managing the evolution of the epidemic as if it were a dramatized narration by chapters.





In turn, the appearance of potential unforeseen mutations of the virus, act as plot twists with which convenience gradually and regularly increase the sense of fear among the population.





Appropriately managing both narrative devices (appearance of foci and mutations of the pathogen), the health crisis might take months or years to achieve the goals its drivers have been offered initially.





Notably, since its first steps, the central disease should have a vaccine, whose existence would be initially hidden from the rest of the population.

For what reason? For pure business.

A more people infected, the greater the need to purchase the vaccine and therefore greater value or price because it would demand.

On the other hand, the management of the disease in its early and intermediate stages could be deriving from a lack of effective treatment, to palliative treatment or partial reliever, finally culminating in the contribution of the vaccine at the right time.





As a result, the perpetrators of the maneuver a larger volume of business would guarantee that obtained offering the vaccine directly to the first hurdle, as would make money with the implementation of palliative treatments over a long period of time, cronificando disease until which ultimately would perform the principal amount of business with the sale of the vaccine.

It is therefore try, similar to what we see with the obsolescence of technology products process.

In other words:
lengthening the disease, lengthen the business.
A maneuver soulless ... but predictable.



 




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